miércoles, 6 de julio de 2011

El regreso de Chávez a Venezuela

Como habíamos anticipado la semana pasada, no se podían descartar las versiones que indicaban que Hugo Chávez tenía una enfermedad que estaba complicando su salud, tras haber sido operado por un absceso pélvico el 10 de Junio pasado.

Antonio María Delgado en El Nuevo Herald, aseguraba que Chávez “(…) se encuentra en un estado crítico; no grave, pero sí crítico, complicado.” Y el hecho que levantaba cierta sospecha era que la hija de Chávez, Rosinés, conjuntamente con su madre, Marisabel Rodríguez, habían partido con rumbo a Cuba, en un avión de la Fuerza Aérea. Se corroboró según declaraciones del propio Presidente venezolano que la existencia de un tumor abscesado con presencia de células cancerígenas fue lo que hizo necesaria una segunda intervención quirúrgica para removerlo.

            De todas formas, terminaba diciendo que había que observar tres cuestiones. En primer lugar, cuándo regresaba Chávez a Venezuela y en qué estado de salud; en segundo lugar, la situación doméstica con la cuál se encontraría; y por último cómo frenaría la erosión de su influencia en la región. Había estipulado esperar un mes o dos para realizar este análisis, pero el regreso precipitado de Chávez a Venezuela por los festejos del Bicentenario, nos hacen adelantarlo.

            En lo que se refiere a la primera cuestión, Chávez regresó esta semana y su estado de salud lógicamente no es óptimo. Pero por el momento, si bien se encuentra en estado de reposo y ha debido suspender algunas presentaciones públicas –el más emblemático si se quiere es que no estará como todos los Domingo haciendo su programa radial Aló Presidente- se permite “gobernar”. Leopoldo López, quien es el líder de Voluntad Popular, movimiento y partido de la oposición en Venezuela, manifestaba que si bien se alegraba de que haya regresado después de tres semanas en las cuales ha mantenido al país en vilo, ya que gobernaba desde una clínica cubana, no se podía permitir seguir mucho más tiempo sin saber realmente quién está al frente del país. Y le advierte que, si no puede trabajar tan intensamente como le exige el cargo, para eso está su vicepresidente, tal como fija el artículo 234 de nuestra Constitución. “Se le reconoce el liderazgo del país y la legitimidad democrática, pero nadie en Venezuela es imprescindible, presidente. Nadie.” Deslizando claramente una crítica por lo bajo.

            La situación doméstica no ha variado de gran manera, desde que se fue a Cuba, hasta su regreso. Las problemáticas, lógicamente, siguen siendo las mismas. Se ubica primero la inseguridad, ya que Venezuela se ha convertido en uno de los países más inseguros del mundo, con 65 homicidios al día, de los que 63 quedan impunes. A su vez, con el petróleo diez veces más caro que hace una década, la economía tiene una de las tasas de crecimiento más bajas de toda América Latina y uno de los índices de inflación más altos de la región. La deuda externa sigue aumentando, hay cortes de electricidad a diario y los alimentos escasean. Y recientemente se ha sumado la problemática del hacinamiento, inseguridad y violencia en las cárceles.

            Y la erosión a nivel regional, que señalaba también la semana pasada, puede acentuarse aún más. Ya que a aquellos datos proporcionados por Latinobarómetro, esta imagen endeble de Chávez puede hacer que también disminuya discursivamente. Si bien en el día de ayer, se mostró en el palacio de gobierno en Caracas, en marco del desfile militar del Bicentenario y arengó a los venezolanos, por el momento se debe remarcar que no es el mismo.

            Y como acostumbro a cerrar mis conclusiones, siempre marco aquello que hay que observar para ver qué curso toma. En este caso, quien ocupa este lugar es la oposición venezolana. Señalaba que no tiene ningún plan alternativo, propuestas, o un nuevo proyecto para el país, y que este tiempo debe servirle para acomodar sus propuestas y desarrollar un discurso pro económico, social y político y no anti- Chávez. Pero se da el fenómeno, similar a nuestro país, donde la fuerza de la oposición parte del mismo chavismo. Por el momento, los líderes de oposición se han reservado comentarios sobre la salud de Chávez, ya que podrían haberse interpretados como un intento de sacar provecho de su desgracia. La ironía marca que para als elecciones del año que viene, la oposición podría necesitar a Chávez tanto como el presidente a sus seguidores.

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