miércoles, 4 de julio de 2012

Discusión sobre la actualidad económica. Primer eje temático: La inflación.


        En la última columna hice referencia a que en la agenda doméstica, no la crisis económica pero sí la economía propiamente dicha, se estaba instalando como tema central. Por eso hoy vamos a tratar la primera cuestión que genera diversas controversias, y es la inflación.

            En primer lugar, nos vamos a poner de acuerdo en lo que definimos como  inflación. Siempre partiendo de que estamos hablando de la Argentina, en economía la inflación se denomina como el incremento generalizado de los precios de bienes y servicios con relación al peso, sostenido durante un período de tiempo determinado. Cuando el nivel general de precios sube, cada unidad de peso alcanza para comprar menos bienes y servicios. Es decir que la inflación refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda. Lo podemos ver en un hipotético ejemplo: usted va al supermercado y con $100 compra 10 productos; si va un año después y con ésos $100 puede comprar 8 productos, quiere decir que su dinero ha perdido un 20 % su valor o ha existido un 20 % de inflación.


            En un principio el término hacía referencia al aumento de la cantidad de dinero en circulación, afirmando que la emisión de moneda había sido inflada artificialmente por encima de las reservas que la respaldaban. Sin embargo, el uso del término cambió gradualmente hasta usarse de forma general para referirse al aumento en el nivel de precios que aparecía como consecuencia de esa emisión, y finalmente para referirse al aumento de precios en general como decíamos en un principio. En la actualidad se utilizan tanto los conceptos de inflación monetaria como inflación de precios, para diferenciar los procesos que dan origen a la subida generalizada de los precios.

            Por otra parte, la inflación puede clasificarse en distintas categorías, de acuerdo a la magnitud de la subida de precios. La inflación moderada se refiere al incremento de forma lenta de los precios. Cuando los precios son relativamente estables, las personas se fían de éste, colocando su dinero en cuentas de banco. Las personas están dispuestas a comprometerse con su dinero en contratos a largo plazo, porque piensan que el nivel de precios no se alejará lo suficiente del valor de un bien que puedan vender o comprar. La inflación galopante, sucede cuando los precios se incrementan a tasas de dos o tres dígitos de 30, 120 ó 240% en un plazo promedio de un año, el cual pareciera ser el escenario al cual apunta nuestro país. Por último, la hiperinflación, es una inflación anormal en exceso que puede alcanzar hasta el 1000% anual. Este tipo de inflación anuncia que un país está viviendo una severa crisis económica pues, como el dinero pierde su valor, el poder adquisitivo -la capacidad de comprar bienes y servicios con el dinero- disminuye y la población busca gastar el dinero antes de que pierda totalmente su valor. Éste escenario tampoco nos es ajeno, ya que es el cual se vivió a fines de la década de los ´80.



            Una vez dejado en claro éste tema conceptual, podemos adentrarnos en la situación específica de nuestro país. Situación que presenta por lo menos tres  particularidades. La primera, es que tenemos dos índices de precios al consumidor –IPC-: el que difunde el INDEC -Instituto Nacional de Estadística y Censos- y por otro lado, las consultoras privadas. La segunda, es la disparidad que presenta una de la otra. Y la tercera, es que las empresas privadas ya no pueden difundir sus datos libremente desde principios del año pasado. Esto sucede porque la Dirección Nacional de Comercio Interior –la cual es dirigida por el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno-, amparándose el artículo 9 de la Ley de Lealtad Comercial –ley que fue sancionada por la última dictadura, en mayo de 1983-,  ha amenazado con sancionar a las consultoras privadas con el pago de 500 mil dólares en concepto de multa. ¿Qué estipula el artículo 9? Penaliza “(…) cualquier clase de presentación, publicidad o propaganda que mediante inexactitudes u ocultamientos pueda inducir a error, engaño o confusión respecto de, entre otras cosas, el precio y condiciones de comercialización de bienes muebles, inmuebles o servicios”. Por esto, desde el año pasado para evitar las multas, son los legisladores opositores quienes difunden los datos de las consultoras lo cual ha originado la “Inflación Congreso”.



            La pregunta que asalta es cómo llegamos a este contexto peculiar. Para comprenderlo debemos retrotraernos hasta octubre de 2006, cuando la Secretaría de Comercio de la Nación le solicitó a Graciela Bevacqua, que conducía la dirección de IPC, los nombres de los comercios que se encuestaban para calcular el índice de precios minorista. Bevacqua  se negó aduciendo que se lo prohibía la ley de secreto estadístico. El 29 de enero de 2007 la directora, que vale aclarar llevaba diez años en esa dirección, fue desplazada sin previo aviso junto a numerosos técnicos de la dirección. En su lugar asumió una persona vinculada políticamente con Guillermo Moreno,  Beatriz Paglieri –actual encargada de la Secretaría de Comercio Exterior-. Los empleados del instituto denunciaron entonces un cambio de la metodología que no fue publicada ni discutida entre los técnicos. Para dicho mes, el INDEC difundió un índice de 1,1 %. Sobre este dato, Bevacqua que ya no trabajaba en el INDEC pero que sin embargo había supervisado la recopilación de los datos, dijo que “era matemáticamente imposible” y estimó la inflación mensual en casi un 2%. El que era Jefe de Gabinete en ése entonces,  Aníbal Fernández, dijo en relación a la cuestión de los números del INDEC: “Este verso que nos cuentan las encuestadoras privadas es una gran mentira”. El diario Página/12 también defendió el proceder de Moreno, al manifestar que: “Se diseñó una canasta más realista. (...) Antes se medían hasta los viajes al exterior”.

Graciela Bevacqua
      
     En abril de ése año, el fiscal federal Carlos Stornelli, abrió una causa por violación y manipulación del secreto estadístico, involucrando al secretario Guillermo Moreno, a la nueva interventora Beatriz Paglieri y a Ana María Edwin, que a pesar de estar sospechada en la causa, fue nombrada en julio directora del instituto por el nuevo ministro de Economía de la Nación, Miguel Gustavo Peirano y lo sigue siendo hasta nuestros días. Un mes después se conoció el informe del fiscal Manuel Garrido, de la Fiscalía de Investigaciones Administrativa, donde se pedía al Procurador General de la Nación la separación de sus cargos del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y de la directora de Índices de Precios de Consumo del INDEC, Beatriz Paglieri, también por la supuesta violación del secreto estadístico. Dicho informe se elevó al fiscal federal Carlos Stornelli, y se lo adjuntó a la causa penal que Stornelli había abierto ante el Juzgado de Canicoba Corral.

                                                                                         Beatriz Paglieri

            Durante el año 2008 las denuncias por manipulación de los índices de precios continuaron y según ex miembros del INDEC se llegó a contratar grupos de choque para intimidar y disolver físicamente cualquier manifestación de descontento u oposición. Economistas, industriales y agencias independientes estimaban que la inflación real acumulada de enero a julio de 2008 superaba el 25%, en fuerte contraste con la determinada por el INDEC en sólo un 5%. La mayor crítica al organismo se conformaba en virtud de que las autoridades se rehusaron a informar sobre los mecanismos de confección del índice. Su argumento es que se amparaban en el art. 14 del Decreto 3110/70 que establece: Las declaraciones y/o informaciones individuales no podrán ser comunicadas a terceros -aunque se trate de autoridades judiciales o de servicios oficiales ajenos al SEN- ni utilizadas, difundidas o publicadas en forma tal que permitan identificar a la persona o entidad que las formuló. El juez federal Rodolfo Canicoba Corral declaró la inconstitucionalidad de dicho artículo y ordenó allanar la sede del INDEC para obtener la información citada. Esta resolución judicial fue confirmada por la Cámara Federal y la Cámara Nacional de Casación Penal, hasta que llegó a la Corte Suprema de Justicia de Argentina. El máximo tribunal hizo lugar al dictamen.


            Por otra parte, el INDEC calculaba siempre un índice nacional de inflación. Pero como las provincias empezaron a advertir discrepancias importantes con sus propias mediciones, el Gobierno decidió eliminar el IPC Nacional. Pero algunas provincias como Córdoba, Santa Fe, y San Luis continuaron elaborando y difundiendo índices propios. Desde el 2009 a la actualidad el panorama no varió. De hecho, ése mismo año Amado Boudou, quien era en ése entonces Ministro de Economía, conformó un Consejo Académico de Monitoreo y Seguimiento del INDEC con cinco universidades nacionales. Poco después, las universidades denunciaron que el organismo les negaba información necesaria para el informe. Siempre digo que cada uno puede ser su propio organismo de IPC, ya que cada uno sabe qué compra y cuanto gastaba antes y cuanto gasta ahora.



            Aquí vamos a parar y vamos a dejar el análisis en stand by. Si se quiere hemos presentado el panorama desde un plano político de la inflación. Para la próxima vamos a abordar qué produce la inflación, las consecuencias que puede tener –positivas y negativas-, cuál índice representa para cada uno la realidad y vamos a cerrar el tema. 

            Pero me gustaría dejarles un extracto del artículo “Análisis de la reservas del BCRA” de finales de Noviembre del año pasado para recordar cuál es mi pronóstico de la situación económica de la Argentina. En él decía que: La Argentina tiene la tendencia a entrar en crisis aproximadamente cada diez años. Sino recordemos la crisis a finales de la década de los 80´  -principio de los 90´-  y la última en el año 2001. Lo llamativo es que presentan características similares: comienzan con una escasez de dólares, prosiguen con restricciones a la compra de dólares y terminan con devaluaciones catastróficas y aumentos violentos en la tasa de inflación y serios problemas en el pago de las deudas. Un panorama similar se está observando actualmente.

            El por qué de estas crisis responden a tres causas que históricamente se han repetido. En primer lugar, el gobierno no tiene disciplina en el gasto o, cuando está en regímenes que le permiten hacerlo, en la creación de dinero. En segundo lugar, porque el país depende crucialmente de la exportación de bienes primarios y los precios de estos productos son altamente volátiles, generando grandes abundancias cuando estos precios suben en los mercados internacionales, y crisis cuando estos precios bajan. Por último, porque los gobiernos, por razones políticas, atribuyen el alto crecimiento que acompaña a los booms a sus sabias políticas, y no se preparan para cuando el golpe inevitablemente venga con la caída de los precios de los productos primarios, o para cuando ya no sigan creciendo como crecieron en el auge del boom.

            E igualmente se presentan otras paradojas: la Argentina, que hace unos años presumía de tener una moneda más fuerte que el dólar, está en crisis porque la gente, desesperada por conseguir dólares, está causando una caída muy grande en las reservas de dólares del Banco Central y ha abierto un mercado negro en el que los dólares valen 15 por ciento más que en el mercado oficial.

3 comentarios:

  1. Argentina esta en crisis PORQUE la gente esta desesperada por conseguir dolares o la gente esta desesperada por conseguir dolares PORQUE la Argentina esta en crisis? Nuestra moneda no vale nada y nuestro gobierno miente, la gente no es idiota y trata de protegerse como puede.

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  2. Estimado Anónimo, aún no pude hacer el análisis que complementa este por un tema de tiempo y porque he tenido que escribir de otros temas. Pero como lo dejo entrever en la última parte, la gente busca resguardarse en el dólar ante la crisis que se avecina -de alguna forma estoy de acurdo con lo que compartís-. Un saludo, gracias por comentar.

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  3. Parece que ya llegó la recesión europea... a darle la bienvenida

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