Después de leer la columna anterior, nos quedamos con dos cuestiones importantes. Por un lado, la historia de Aerolíneas Argentinas, lo cual nos permite entender su presente. Por otro, el interrogante de si debía ser reestatizada o no, lo cual fue respondido. Ahora nos quedan por analizar otros puntos centrales, para de esta forma completar el razonamiento.
Segundo interrogante: ¿cómo ha sido la gestión a partir de la reestatización?
Segundo interrogante: ¿cómo ha sido la gestión a partir de la reestatización?
Desde lo estrictamente económico, la compañía ha arrojado déficits. Según Mariano Recalde en el año 2008 -que pertenece al último año de la gestión privada y comienzo de la gestión estatal- la empresa perdió 942 millones de dólares, en el 2009 fueron 540 millones y en el 2010, 440 millones. En el 2011 la empresa esperaba perder entre 100 y 200 millones de dólares, y tener finalmente un superávit en 2012. Pero a principios de año estimó que ese déficit sería de 387 millones de dólares, debido al aumento del combustible que incrementará en un 40% el costo operativo.
Si se observa, el déficit ha ido disminuyendo, pero el problema es la cantidad de dinero que destina el Estado para solventar a la compañía. De acuerdo a Diego Cabot, periodista del diario La Nación , este año por cada viajero de Aerolíneas ha habido un subsidio de $936. Los datos surgen del Informe de Gestión 2010 que presentó el grupo aéreo, de los reportes de ejecución presupuestaria de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) y el Ministerio de Economía –por lo tanto son datos oficiales-. En el 2011 se prevé una asignación estatal de US$ 700 millones para solventarla, y con este nivel de gastos nuestro país podría ser dueño de una empresa eficiente como lo es TAM.
Entonces la gestión del CEO de Aerolíneas Argentinas -Mariano Recalde- y el actual Ministro de Transporte -Juan Pablo Schiavi- desde lo estrictamente económico ha sido negativa. Para justificar estos datos Recalde ha manifestado que tanto los efectos del volcán Puyehue como el aumento del petróleo han sido fundamentales. Por otra parte, ha dicho que “lo que la Presidenta de la Nación mira no es el balance de Aerolíneas sino el balance de la Argentina : a la Argentina le genera muchos más ingresos la actividad de Aerolíneas Argentinas y las actividades indirectas que se sostienen que lo que invierte mes a mes para su funcionamiento”. Su declaración surge de datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que tiene medido el impacto económico que genera el sostenimiento de la aviación en general. El tema es que quien solventa esos gastos es el Estado y los datos objetivos delatan pérdidas en vez de ganancias, mientras otras compañías en situaciones similares la ecuación es a la inversa.
Por otra parte, el comportamiento de algunos miembros de la cúpula dirigencial de la compañía no ha sido la adecuada y hace que ganen mayor legitimidad las críticas. A la falta de conocimiento apropiado del mercado global -lo que permite a los sindicalistas prevalecer en el debate-, se le han adjudicado en octubre de 2009 un vuelo en un Boeing 737 para viajar a Montevideo, con el objetivo de presenciar un partido de fútbol. Y durante el mes de enero fue publicado por el Diario Clarín, que Mariano Recalde, habría abordado un vuelo charter de Aerolíneas con destino a Punta Cana, República Dominicana, abonando U$S 124 en clase business, monto equivalente a los impuestos del pasaje, del cual dispuso sin cargo alguno, en uso de los beneficios que la compañía otorga a sus empleados, no así para vuelos charter. Ante esto, debió retornar anticipadamente de su viaje, por orden de Julio de Vido.
De esta forma, la compañía comienza a reproducir ciertos vicios de algunos sectores públicos, haciendo que la compañía no sea la embajadora que el país necesita.
¿Existen alrededor del mundo otras compañías que presenten déficit?
La respuesta es, sí, hay otras empresas alrededor del mundo que presentan déficits. La revista especializada Air Transport World ha señalado empresas aéreas que más pierden en el mundo, las cuales son Kuwait Airways, Air India y Aerolíneas Argentinas. Otras que se pueden nombrar son Alitalia, la cual pierde 222,5 millones de dólares; la norteamericana American Airlines, 471 millones y Oman Air, 203,3 millones. El tema es que la compañía al ser estatal nos incumbe a cada uno de los ciudadanos, y es alrededor del mundo –como cité antes- una de la que más pierde.
Si se la compara con otras compañías de la región, nuestra aerolínea pierde como Suriname Airways –un millón- y Pluna -17,6 millones-, frente al resto que da ganancias: Aeroméxico, 194 millones; Avianca Taca, 50 millones; Copa Airlines, 241 millones; Gol, 128 millones y LAN, 420 millones.
¿La explicación? Los costos operativos son muy altos: cuanto más vuela, más pierde. Así lo muestra su relación negativa entre el rendimiento del ingreso promedio por pasajero/kilómetro transportado (7,39 centavos de dólar) frente al costo promedio del asiento/kilómetro ofrecido (9,19) en 2010. La explicación parecería estar en las rutas internacionales, que expresarían, según informes internos, el 85% de las pérdidas de la compañía.
¿A qué se debió el conflicto en noviembre de este año con APLA?
A comienzos de noviembre la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) afirmó que la actual conducción de la empresa, encabezada por su presidente Mariano Recalde, “no ha hecho nada para recuperar los destinos internacionales perdidos tras décadas de desidia y además ahora ha anunciado la desprogramación de la flota Boeing 747/400”.
En una carta pública, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) expresó su “profunda preocupación por el presente y el futuro” de Aerolíneas, como resultado de “ciertas decisiones” que, opinaban, “ponen en riesgo la viabilidad” de la empresa. El jueves 10 de noviembre el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, afirmó que “hay dos tipos de pilotos, los que trabajan muchísimo, y otros que sostienen una cosa ridícula como la de querer que se siga volando con los Jumbo”, agregando “son pilotos que vuelan una sola vez por mes y ganan entre 8 mil y 10 mil dólares mensuales”.
El sábado 12 de noviembre de 2011 la empresa dispuso la suspensión de todos los vuelos internacionales que parten del Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Se debió a los paros encubiertos que llevaron a que los vuelos de Madrid, Auckland y Roma fueran retrasados adrede por personal técnico aeronáutico que conduce Ricardo Cirielli, quien fuera subsecretario de Transporte Aerocomercial durante el gobierno de Néstor Kirchner. Mediante un decreto publicado el 14 de noviembre la presidenta Cristina Fernández decidió que los 12 controladores de Ezeiza agremiados al sindicato APTA, los cuales son ex militares que habían sido pasados en junio de 2010 del estado militar al estado civil, vuelvan a la órbita de la Fuerza Aérea , tal como era el objetivo de los mismos al impulsar el paro de actividades que obligó a suspender los vuelos. Algunas personalidades como Enrique Piñeyro –ex piloto de LAPA y director de cine, entre las cuales se cuenta Fuerza Aérea S.A.- han salido a criticar esta decisión. Ya que consideran que el personal técnico debe pertenecer a la órbita civil y no a la militar, ya que han señalado un serie de peligrosas falencias en lo que se refiere a la seguridad aeroespacial.
En fin, el conflicto se produce porque al momento de la reestatización, al sindicato se le otorgaron ciertas libertades para que colaborara en el proceso. Esa libertad que se le ha otorgado hoy choca con los intereses del Estado, ya que es el presidente de APLA - Jorge Pérez Tamayo- pretende postularse como CEO de Aerolíneas Argentinas. Como prueba de estas libertades, nuestro entrevistado ha mencionado los diversos juicios por despidos improcedentes, persecuciones gremiales, laborales y política, degradación de la moral, atentando contra todos los derechos laborales, constitucionales y de DDHH que han sufrido algunos miembros del sindicato. De esta forma concluye que es un enfrentamiento político entre en Estado y el sindicato, que no hace más que perjudicar la imagen de la compañía bandera.
En conclusión hemos hecho una revisión general de la situación de Aerolíneas Argentinas. Queda en cada uno analizar los acontecimientos, ya que como ciudadano, la compañía nos pertenece a todos. En términos generales podemos mencionar que la reestatización, como tal, ha sido un hecho positivo. Pero la gestión tiene ciertas cuestiones que mejorar en pos de tener un mejor servicio y dejar una mejor imagen del país.
El título de ambas columnas se desprende de las respuestas de nuestro entrevistado, en la cual señalaba que es una embajadora en los destinos que tiene -y diría que ante el mundo en general, por el efecto de mediatización que generan los medios de comunicación-. “Dime qué compañía de bandera tienes y te diré que país eres...” es una frase que puede sonar desde general hasta soberbia, pero si nos detenemos un momento a reflexionar vemos que reproduce los vicios que no permiten que nuestro país se consolide como un líder o co-líder regional para de esa forma proyectarse de otra forma en el sistema internacional.
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