En el día de hoy, en principio vamos a hacer una breve mención a algunos temas que hemos tratado en algún momento de la columna y que en ésta última semana han sido parte de las noticias destacadas en marco del ámbito internacional.
Por eso en primer lugar, vamos a analizar el caso de Dominique Strauss Khan el cual ha llegado a una resolución y ha sido finalmente desestimado por las autoridades judiciales de Nueva York. Recordemos que allá por Mayo la Policía de Nueva York declaró que Strauss-Kahn, quien en ese momento era Director del Fondo Monetario Internacional y principal candidato por el Partido Socialista a suceder a Nicolás Sarkozy, “(…) fue inculpado de agresión sexual, retención ilegal e intento de violación” acusaciones realizadas por una empleada de limpieza del hotel Sofitel, la cual es una inmigrante guineana de 32 años. El portal Observador Global ha especificado que las razones de esta decisión se basan en la baja credibilidad de la víctima, la ausencia de evidencia material concreta que pruebe una agresión sexual o un intento de violación, a su vez las reiteradas mentiras de la empleada, y la comunicación con su pareja en la cual mencionaba la posibilidad de obtener un rédito económico de este caso.
Entonces de las cuatro cuestiones que había que seguir, se ha resuelto la situación procesal de DSK; por otra parte los otros candidatos del Partido Socialista continúan respaldando al ex Director del FMI, pero pareciera que ya no como candidato formal para las presidenciales del año próximo, sino como asesor económico, ya que los tiempos apremian y las elecciones primarias son el mes próximo; por lo que si bien no ha quedado mal parado, los tiempos justamente no le permitirán el resurgimiento total desde una perspectiva política. Habrá que ver cual es la decisión que toma DSK luego de este problema, y cuándo retoma su actividad política.
En segundo lugar, la vorágine de la economía actual nos lleva a analizar nuevamente el valor del oro. En la última semana, este metal llegó a un precio récord de 1880 dólares y cerró el viernes pasado a 1852. Los bancos que típicamente vendían entre 1 y 2 kilos de oro por día, pasaron a vender 20. Explican este fenómeno principalmente al cobro del aguinaldo, a la gran liquidez del oro y la posibilidad de guardarlo fácilmente en el hogar. Pero se está advirtiendo que como todos los commodities, el oro es muy volátil, ya que hoy está alto y mañana tiende a bajar. Esto se ha visto en esta semana ya que el viernes, como decía anteriormente, el oro cerró a 1852 dólares, ayer tocó el máximo histórico de 1917 dólares, y hoy ha cerrado a 1784 dólares la onza, perdiendo 117 dólares en un día. Pero las variables macroeconómicas que produjeron está subida del oro se mantienen. Podemos mencionar las tasas de interés, la mayor demanda de China y de India y también la incertidumbre financiera desatada en Europa y Estados Unidos. Por lo que continúa siendo una inversión relativamente segura, aunque advierten que se trata de una inversión a largo plazo ya que la diferencia entre el precio de compra y el de venta (del 4% al 10%, según la operación) desalienta la compra por lapsos breves. El análisis de la bolsa de comercio y su funcionamiento quedará para la semana próxima, porque ahora si nos insertaremos en el tema central de la semana, aunque recordemos que como dejé entrever recién el tema central en marco de la agenda internacional continúa siendo la crisis económica-financiera a nivel mundial. El tema central esta semana es el conflicto en Libia, y el fin de la era Gaddafi, quien gobernó a Libia desde 1969.
A fines de Mayo, hablábamos sobre la situación en Libia, y un estancamiento en el avance de los rebeldes, representados por el Consejo Nacional de Transición. La realidad marca que a pesar de las resoluciones del Consejo de Naciones Unidas, la 1970 que establecía una serie de sanciones económicas y la 1973 que establecía la zona de exclusión aérea, a la OTAN y los rebeldes les costó más de lo que suponían en un primer momento derrocar al gobierno de Gaddafi. Porque más allá del discurso de la organización internacional, el objetivo final ha sido ése, y es la gran crítica que se hace en estos momentos. La intervención fue muy evidente, lo que se rescata es que a pesar de todas las contradicciones, retrasos y errores, al empezar la violencia en Libia la mayoría de países occidentales se pusieron del lado cierto, el de los ciudadanos que luchaban por su libertad y dignidad.
Los rebeldes el día Lunes tomaron Trípoli, se habla de un 95% de la ciudad, sin embargo aún reina el desconcierto. Un ejemplo claro es que cuando se daba por hecha la detención de Saif al Islam, hijo y mano derecha de Gaddafi, su aparición triunfal ante los periodistas en Trípoli dejó descolocados tanto a los rebeldes, que habían anunciado su arresto horas antes, como a la Corte Penal Internacional (CPI), que había confirmado la detención y había dicho incluso que ya estaba negociando la entrega del valioso preso para ser juzgado cuanto antes.
A partir de ahora, como dice Andrés Repetto, aparecen una serie de interrogantes hacia el futuro. Restablecer una Administración fuerte y unificada que controle la totalidad del territorio a la par que se construye una democracia no será fácil. Por caso, ya se está postulando el nieto del Rey Idris I, Mohamed al Senusi, quien vive en el exilio hace ya más de 20 años declaró estar dispuesto a “servir al pueblo”. Tampoco resultará sencillo que las armas y la legitimidad adquirida en el campo de batalla cedan el paso a la iniciativa civil, en especial si algunos grupos deciden continuar la lucha (hay ciudades enteras todavía en manos de los partidarios de Gadafi) o aprovecharse de la falta de autoridad central. Hay una realidad, y es que en Libia se rompió el extraordinario carácter pacífico de los alzamientos democráticos árabes. Y por último quedará ver qué papel le cabe a las potencias Occidentales, y cómo será su accionar en Siria.
América Latina se ha pronunciado de manera dispar. Mientras el presidente de Venezuela, Hugo Chávez expresó que reconocerá “(…) un sólo gobierno, el que dirige Muammar Gaddafi”, Nicaragua afirmó, aunque sin mencionar explícitamente a Gaddafi, que consideraría “positivamente” una solicitud de asilo y Ecuador ha condenado las operaciones de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en Libia, que calificó de “clara invasión y una afectación a la autodeterminación del pueblo libio”. Por otra parte, Panamá fue el primer país latinoamericano en reconocer a los rebeldes en junio pasado y Colombia había votado a favor de las primeras sanciones a Libia y la posterior intervención. Otros países de América Latina han sido críticos con la intervención de la OTAN , como Cuba, Nicaragua, Argentina, Uruguay y Brasil, pero en estos últimos días no se han pronunciado.
Si hay una certeza es la consolidación del individuo como actor internacional, ya que influye en marco del sistema internacional. Lo podemos observar de manera clara en las distintas manifestaciones que se están produciendo a lo largo del mundo. Desde las movilizaciones de la denominada “Primavera Árabe” en Túnez, Egipto y Libia para nombrar algunos casos, a los indignados en España, los israelíes solicitando mayor justicia social, India pidiendo por el fin de la corrupción y el más cercano a nosotros que es el reclamo de los estudiantes chilenos para una modificación en la enseñanza. Estos casos me parece hacen que los individuos se unan a los actores internacionales ya establecidos, como son los Estados, las Organizaciones Internacionales y las Fuerzas Transnacionales, en las cuales se incluyen a las empresas globalizadas y a las ONG´s.
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