miércoles, 31 de agosto de 2011

Marcha de estudiantes en Chile


             La semana pasada mencionaba el hecho de que el individuo se ha consolidado como actor internacional, ya que tiene la capacidad de influir en el mismo. Las distintas manifestaciones a lo largo del mundo, en las cuales se destacan la “Primavera Árabe” en Túnez, Egipto, Libia y Siria; en Israel, demandando mayor justicia social; y la más cercana, en Chile, donde los estudiantes secundarios y universitarios exigen reformas profundas en el sistema educativo, así lo confirman. Justamente ésta última  movilización será la que trataremos el día de hoy, buscando abrir el debate en nuestro país.

            Primero vamos a contextualizar la situación, para luego dar lugar al análisis. ¿Qué fue lo que originó el conflicto? Lo desencadenó una serie de demandas insatisfechas a lo largo de los años. Recordemos que en el 2006, durante la administración socialista de Bachelet, los estudiantes secundarios marcharon solicitando demandas similares a las actuales. El resultado fue que se promulgó la Ley General de Educación (Ley 20.370), la cual establece una normativa marco en materia de educación en Chile, reemplazando en 2009 a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, vigente desde 1990, heredada del Gobierno Militar del General Augusto Pinochet.

Según el informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, actualmente el Estado chileno invierte unos 2000 dólares anuales por cada alumno de nivel básico y secundario, contra los 7500 dólares que destinan  los países desarrollados. Y el dato más llamativo es que un universitario chileno paga por mes casi lo mismo que un estudiante suizo por todo un año de carrera, sin contar los altos intereses que deberá asumir si pide un crédito para saldar esa deuda.

La movilización comenzó el 12 de junio, donde 50 mil estudiantes universitarios y secundarios marcharon por las principales ciudades del país, pidiendo reformas y más recursos para la educación superior, mejoras en la calidad de los establecimientos, el pase escolar para el transporte público durante todo el año y que los secundarios dejen de depender de los municipios.

En definitiva, los estudiantes tomaron colegios y liceos secundarios como también facultades y campus universitarios. En un principio, los rectores de las universidades apoyaron el movimiento, aunque después que el gobierno entregó recursos, se retiraron. Pero a aquellas formas tradicionales de protestas, los estudiantes han implementado algunas que han logrado mayor adhesión en la sociedad. Entre éstas podemos mencionar una maratón de 1800 horas en torno al Palacio Presidencial de La Moneda; en la Plaza de Armas de Santiago se reunieron para una masiva "besatón" por las reformas a la educación; en el Paseo Ahumada efectuaron un suicidio masivo arrojándose al suelo y quedándose quietos; y en un puente, alumnos de la carrera de Arquitectura colgaron figuras que parecían personas como si estuvieran ahorcados por las deudas.

Lo interesante es que las demandas de los estudiantes, entre los cuales se destaca  Camila Vallejo de 23 años, han pasado de ser propiamente educacionales a estructurales. Se está solicitando una reforma del sistema político a través de la Constitución, para que de ésta manera obtengan más representatividad y sus demandas sean oídas; y también la renacionalización de la minería de cobre en manos de inversiones extranjeras privadas, para que de ésta forma el Estado cuente con mayores ingresos, y pueda financiar la educación. Pero los dos puntos centrales del petitorio son que la educación sea garantizada constitucionalmente por el Estado como un derecho social, en contraposición con la postura de entenderlo como un bien de consumo; y se exige el fin al lucro en la educación, en todos los niveles de enseñanza, la eliminación de la presencia de la banca privada en el sistema de créditos para financiar la educación y el término del sistema de cofinanciamiento por parte de las familias, que ha sobreendeudado a muchos de los que han logrado acceder a la universidad. En otras palabras, aspiran a educación gratuita y de calidad.

            Uno de los grandes errores de Piñera, a mi parecer, fue minimizar el conflicto e ignorar las demandas, no dando lugar siquiera al debate. Más allá que uno esté a favor o no de la educación gratuita –como es mi caso en particular-, el lugar a la discusión en marco del Congreso ante una demanda determinada de la población, deber ser posible. Ha tratado de virar, atendiendo a las demandas, removiendo al ministro de Educación Joaquín Lavín por el actual titular, Felipe Bulnes, pero sin realizar los cambios estructurales solicitados. Bulnes si ha planteado un acuerdo basado en cuatro ejes.

            Primero establecer un sistema combinado de becas y créditos para el 60 por ciento de la población más pobre reciba ayuda del Estado, junto con reprogramar las deudas de los 110 mil morosos del sistema de créditos para pagar los aranceles de las universidades. También se rebajará la tasa de interés para el crédito de los estudiantes, del 5 por ciento al 2 por ciento. Segundo, fortalecer la educación pública, aumentando los recursos. Tercero, hacer cumplir la normativa que no permite el lucro con las universidades. Y por último garantizar el derecho a la educación de calidad.

            ¿El resultado? Piñera ha visto disminuir su porcentaje en popularidad de un 77% a 25%, el más bajo para un presidente en dos décadas de democracia. Más de cincuenta organizaciones sociales y ciudadanas adhirieron al paro nacional de esta semana, convocado por la Central Unitaria de Trabajadores, a través del nuevo movimiento “Democracia para Chile”. También el suboficial Miguel Millacura, del cuerpo de Carabineros de Chile ha sido imputado por homicidio por la muerte del joven de 16 años, que recibió un disparo la semana pasada durante la huelga general.

Andrés Oppenheimer, en el diario El País, ha hecho un análisis que comparto. Dice que

“(…) en el apuro por unirse al primer mundo y copiar los sistemas universitarios de EEUU, Reino Unido, China e India -los países con las mejores universidades del mundo-, Chile se apresuró demasiado. Un poco de gradualismo hubiera sido mejor”.

Expone una serie de datos que demuestran que el sistema educativo en Chile es uno de los mejores de América Latina:

“En el último examen internacional PISA (Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) de estudiantes de 15 años, en las disciplinas de matemática, ciencia y comprensión de textos, Chile obtuvo el primer lugar en Latinoamérica, muy por delante de México, Brasil y Argentina. Con respecto a la educación superior, Chile ha ampliado su cobertura educativa y ha aumentado desde 200 mil, hace dos décadas, a casi un millón en la actualidad. Casi el 50% de los estudiantes chilenos en edad universitaria cursan educación superior, un porcentaje mayor al de la mayoría de los países de la región. Y más importante aún, el 70% de los universitarios chilenos de hoy son hijos de personas que nunca asistieron a la Universidad”.

Pero en Chile se ha dado un fenómeno peculiar, y es el que origina el reclamo, ya que se estipula que el sistema lleva a marcar o reproducir aún más las diferencias sociales. Como los costos de acceder a la educación superior son altos adoptaron un sistema similar al australiano, donde aquellos que no podían acceder por cuestiones económicas solicitaban un crédito con tasas al 6%. El estudiante una vez recibido y con trabajo, comienza a devolver el dinero. Pero, “(…) a diferencia de lo que ocurre en Australia, donde a los graduados se les exige pagar un cierto porcentaje de sus salarios cuando consiguen un trabajo, en Chile tienen que pagar una suma fija, independientemente de los ingresos”. Esto, más la imposibilidad de encontrar trabajo debido a la gran cantidad de graduados que han hecho lo mismo, genera deudas a nivel general, que a su vez afectan a los padres, garantes del crédito.

Es una temática compleja, donde los intereses particulares de distintos sectores de la población emergen. Por un lado el de los estudiantes y familiares, que solicitan el acceso a una educación gratuita y de calidad, en base a una serie de reformas estructurales. Pero la realidad marca que algunas de sus peticiones involucran cambios drásticos, a los cuales difícilmente el gobierno pueda hacer lugar. No sólo porque no lo pueda hacer, sino porque no lo comparte. Por otro lado, tenemos a la clase política y al sistema educativo chileno -y las personas que involucra-, los cuales hicieron una reforma hace un par de años, pero que ven una sociedad disconforme y solícita de más medidas.

            En lo personal, es un tema con el cual me siento identificado. Tuve la posibilidad de asistir a la UNRC (Universidad Nacional de Río Cuarto) a estudiar, porque en aquel momento se me hacía imposible asistir a la universidad privada. No era un capricho mi deseo de hacerlo, sino que la carrera que había elegido sólo se encontraba en una institución privada. Durante un año y medio tuve acceso a una excelente educación; los profesores eran no sólo muy buenos profesionales, sino también personas accesibles y predispuestas; las instalaciones también eran buenas; y allí conocí a grandes compañeros. Todo esto, de manera gratuita. Por lo que soy un agradecido a la posibilidad que me brindó en aquel momento específico la universidad pública. Pero no por eso, voy a dejar de señalar ciertas falencias que uno desde adentro identificaba. Puedo mencionar la falta de cuidado de la infraestructura por parte del alumnado, escasos recursos económicos y falta de coherencia en la distribución de los mismos, programas desactualizados y procedimientos lentos al momento de hacerlo. Y otras más polémicas, donde lamentablemente personas que trabajan a conciencia y de manera responsable, se ven involucradas sin merecerlo.

 A veces escucho a algunas personas decir que: “En cierta forma, es positivo que el futuro profesional se tenga que enfrentar a la desorganización e injusticias de la educación pública, porque una vez que sale al mundo real la situación no varía”. Si me disculpan, ésta frase engloba justamente una mirada miope de la situación. Si se cuenta con una mejor educación se van a formar mejores profesionales, mejores dirigentes, se van a plantear mejores proyectos, se va a mejorar en términos generales. Es un círculo vicioso, donde la educación debe ser un pilar importante para generar el cambio. Muchos pensarán que estoy siendo utópico, y que el cambio es imposible, pero debatiendo y presentando distintas propuestas es por donde se empieza.

Por lo que creo firmemente que, al observar el fenómeno en Chile, es una buena ocasión para aprovechar  e instalar el debate sobre la educación en nuestro país. Rever las carreras que se ofrecen y si se encuentran en relación con lo que demanda el mercado laboral, la actualización de los programas, el sueldo de los profesores, los alumnos denominados “crónicos”, el establecimiento de aranceles, un sistema de becas eficiente, etc.

            Por otra parte, la universidad privada me brindó la posibilidad de estudiar la carrera que deseaba, con accesibilidad a profesores y directivos, con compañeros que también se han transformado en amigos a lo largo del tiempo. Lógicamente, tenía que pagar un arancel, y cuando se me imposibilitó hacerlo, la universidad me becó retribuyendo con trabajo de cuatro horas diarias y un determinado nivel de notas. Por lo cual le estoy agradecido también a la educación privada. Ahora, también hay cuestiones a resolver. Quizás no a nivel de infraestructura o de actualización de programas, porque es constante. Pero hay otras cuestiones a nivel interno, que también deberían ser debatidas.

            En definitiva la educación en nuestro país, tanto pública como privada, es perfectible como todo aspecto de la vida. No creo que una sea mejor que la otra. Un profesional es una conjunción de factores personales y externos. Entre los primeros se cuenta dedicación, actualización, acceso a información;  y en cuanto al segundo, instituciones organizadas, coherentes y profesores capaces. Vuelvo a reiterar la necesidad de abrir el debate de un valor imprescindible en nuestro país como es la educación.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Interrogantes en torno a Libia, DSK y el Oro


           En el día de hoy, en principio vamos a hacer una breve mención a algunos temas que hemos tratado en algún momento de la columna y que en ésta última semana han sido parte de las noticias destacadas en marco del ámbito internacional.

            Por eso en primer lugar, vamos a analizar el caso de Dominique Strauss Khan el cual ha llegado a una resolución y ha sido finalmente desestimado por las autoridades judiciales de Nueva York. Recordemos que allá por Mayo la Policía de Nueva York declaró que Strauss-Kahn, quien en ese momento era Director del Fondo Monetario Internacional y principal candidato por el Partido Socialista a suceder a Nicolás Sarkozy, “(…) fue inculpado de agresión sexual, retención ilegal e intento de violación” acusaciones realizadas por una empleada de limpieza del hotel Sofitel, la cual es una inmigrante guineana de 32 años. El portal Observador Global ha especificado que las razones de esta  decisión se basan en la baja credibilidad de la víctima, la ausencia de evidencia material concreta que pruebe una agresión sexual o un intento de violación,  a su vez las reiteradas mentiras de la empleada, y la comunicación con su pareja en la cual mencionaba la posibilidad de obtener un rédito económico de este caso.

            Entonces de las cuatro cuestiones que había que seguir, se ha resuelto la situación procesal de DSK; por otra parte los otros candidatos del Partido Socialista continúan respaldando al ex Director del FMI, pero pareciera que ya no como candidato formal para las presidenciales del año próximo, sino como asesor económico, ya que los tiempos apremian y las elecciones primarias son el mes próximo; por lo que si bien no ha quedado mal parado, los tiempos justamente no le permitirán el resurgimiento total desde una perspectiva política. Habrá que ver cual es la decisión que toma DSK luego de este problema, y cuándo retoma su actividad política.

            En segundo lugar, la vorágine de la economía actual nos lleva a analizar nuevamente el valor del oro. En la última semana, este metal llegó a un precio récord de 1880 dólares y cerró el viernes pasado a 1852. Los bancos que típicamente vendían entre 1 y 2 kilos de oro por día, pasaron a vender 20. Explican este fenómeno principalmente al cobro del aguinaldo, a la gran liquidez del oro y la posibilidad de guardarlo fácilmente en el hogar. Pero se está advirtiendo que como todos los commodities, el oro es muy volátil, ya que hoy está alto y mañana tiende a bajar. Esto se ha visto en esta semana ya que el viernes, como decía anteriormente,  el oro cerró a 1852 dólares, ayer tocó el máximo histórico de 1917 dólares, y hoy ha cerrado a 1784 dólares la onza, perdiendo 117 dólares en un día. Pero las variables macroeconómicas que produjeron está subida del oro se mantienen. Podemos mencionar las tasas de interés, la mayor demanda de China y de India y también la incertidumbre financiera desatada en Europa y Estados Unidos. Por lo que continúa siendo una inversión relativamente segura, aunque advierten que se trata de una inversión a largo plazo ya que la diferencia entre el precio de compra y el de venta (del 4% al 10%, según la operación) desalienta la compra por lapsos breves. El análisis de la bolsa de comercio y su funcionamiento quedará para la semana próxima, porque ahora si nos insertaremos en el tema central de la semana, aunque recordemos que como dejé entrever recién el tema central en marco de la agenda internacional continúa siendo la crisis económica-financiera a nivel mundial. El tema central esta semana es el conflicto en Libia, y el fin de la era Gaddafi, quien gobernó a Libia desde 1969.

            A fines de Mayo, hablábamos sobre la situación en Libia, y un estancamiento en el avance de los rebeldes, representados por el Consejo Nacional de Transición. La realidad marca que a pesar de las resoluciones del Consejo de Naciones Unidas, la 1970 que establecía una serie de sanciones económicas y la 1973 que establecía la zona de exclusión aérea, a la OTAN  y los rebeldes les costó más de lo que suponían en un primer momento derrocar al gobierno de Gaddafi. Porque más allá del discurso de la organización internacional, el objetivo final ha sido ése, y es la gran crítica que se hace en estos momentos. La intervención fue muy evidente, lo que se rescata es que a pesar de todas las contradicciones, retrasos y errores, al empezar la violencia en Libia la mayoría de países occidentales se pusieron del lado cierto, el de los ciudadanos que luchaban por su libertad y dignidad.

            Los rebeldes el día Lunes tomaron Trípoli, se habla de un 95% de la ciudad, sin embargo aún reina el desconcierto. Un ejemplo claro es que cuando se daba por hecha la detención de Saif al Islam, hijo y mano derecha de Gaddafi, su aparición triunfal ante los periodistas en Trípoli dejó descolocados tanto a los rebeldes, que habían anunciado su arresto horas antes, como a la Corte Penal Internacional (CPI), que había confirmado la detención y había dicho incluso que ya estaba negociando la entrega del valioso preso para ser juzgado cuanto antes.

            A partir de ahora, como dice Andrés Repetto, aparecen una serie de interrogantes hacia el futuro. Restablecer una Administración fuerte y unificada que controle la totalidad del territorio a la par que se construye una democracia no será fácil. Por caso, ya se está postulando el nieto del Rey Idris I, Mohamed al Senusi, quien vive  en el exilio hace ya más de 20 años declaró estar dispuesto a “servir al pueblo”. Tampoco resultará sencillo que las armas y la legitimidad adquirida en el campo de batalla cedan el paso a la iniciativa civil, en especial si algunos grupos deciden continuar la lucha (hay ciudades enteras todavía en manos de los partidarios de Gadafi) o aprovecharse de la falta de autoridad central. Hay una realidad, y es que en Libia se rompió el extraordinario carácter pacífico de los alzamientos democráticos árabes. Y por último quedará ver qué papel le cabe a las potencias Occidentales, y cómo será su accionar en Siria.

            América Latina se ha pronunciado de manera dispar. Mientras el presidente de Venezuela, Hugo Chávez expresó que reconocerá “(…) un sólo gobierno, el que dirige Muammar Gaddafi”, Nicaragua afirmó, aunque sin mencionar explícitamente a Gaddafi, que consideraría “positivamente”  una solicitud de asilo y Ecuador ha condenado las operaciones de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) en Libia, que calificó de “clara invasión y una afectación a la autodeterminación del pueblo libio”. Por otra parte, Panamá fue el primer país latinoamericano en reconocer a los rebeldes en junio pasado y Colombia había votado a favor de las primeras sanciones a Libia y la posterior intervención. Otros países de América Latina han sido críticos con la intervención de la OTAN, como Cuba, Nicaragua, Argentina, Uruguay y Brasil, pero en estos últimos días no se han pronunciado.

            Si hay una certeza es la consolidación del individuo como actor internacional, ya que influye en marco del sistema internacional. Lo podemos observar de manera clara en las distintas manifestaciones que se están produciendo a lo largo del mundo. Desde las movilizaciones de la denominada “Primavera Árabe” en Túnez, Egipto y Libia para nombrar algunos casos, a los indignados en España, los israelíes solicitando mayor justicia social, India pidiendo por el fin de la corrupción y el más cercano a nosotros que es el reclamo de los estudiantes chilenos para una modificación en la enseñanza. Estos casos me parece hacen que los individuos se unan a los actores internacionales ya establecidos, como son los Estados, las Organizaciones Internacionales y las Fuerzas Transnacionales, en las cuales se incluyen a las empresas globalizadas y a las ONG´s.

miércoles, 17 de agosto de 2011

De oro, dólares y algo más...


La semana pasada hablábamos del déficit presupuestario y la deuda estadounidense, pero sobretodo exponíamos la crisis política –que debemos puntualizar y remarcar, tiene entre sus principales causas la crisis económica que ha impactado a EEUU desde el 2008- por la falta de pragmatismo tanto del Partido Demócrata como del Partido Republicano. Por lo tanto, la rebaja de la deuda estadounidense por parte de  Standard & Poor de “AAA” a “AA++” se dio por cuestiones políticas, no económicas.

Para el día de hoy haremos un análisis de algunas variables macroeconómicas, donde observaremos las consecuencias de la crisis económica a nivel mundial y en nuestro país. ¿Qué es lo que veremos? Bueno un poco lo que adelantamos, el precio del petróleo, de los commodities, del oro, qué se puede esperar con respecto al valor de dólar en nuestro país –subirá o bajará-, qué sucederán con las reservas del BCRA entre otras temas. La semana que viene observaremos lo sucedido con las bolsas a nivel mundial, y haremos una breve descripción de su funcionamiento de la manera más sencilla posible, para que los oyentes se comiencen a familiarizar y entenderla.

Estas variables son importantes para comprender que nuestro país no está exento de la crisis, sobretodo en un mundo globalizado como es el actual. Comenzaremos con una variable a la cual nos hemos ido familiarizando con el correr de los años, y es el valor del dólar. Hoy la cotización del dólar marca $4,15 para la compra y $4,19 para la venta. En nuestro país tenemos un tipo de cambio administrado, donde el Banco Central de la República Argentina interviene para mantenerlo entre dos bandas; de esta manera tenemos una cotización “competitiva” como se le llama, ya que nuestros productos son más baratos en el exterior, y favorece a las exportaciones, o sea a la balanza comercial, y en definitiva al ingreso de divisa. ¿Qué sucede si el dólar pasa de $4,15 a $4,20? Esto quiere decir que la gente está resguardando sus ahorros en dólares, por eso al haber mayor demanda, su precio sube –tal cual está sucediendo en la actualidad-. Entonces, ¿cómo hace el BCRA para mantenerlo dentro de la banda que estableció, y por lo tanto mantenerlo competitivo? Sale a vender dólares a través de los bancos, que funcionan como intermediarios, y son los agentes encargados de desarrollar las políticas económicas dictaminadas por el BCRA. De esta manera las reservas disminuyen. Lo contrario ocurriría si de $4,15 bajara a $4,10, en vez de salir a vender, compraría, para que haya escasez de dólares, las personas lo demanden y su precio suba.

Pero muchos ahorristas alrededor del mundo dejaron de apostar al dólar como moneda de reserva, lo que llevó a que la divisa se deprecie alrededor del globo. Mientras que la divisa estadounidense ha caído alrededor de Latinoamérica, en Argentina, el dólar siguió aumentando de precio frente a la moneda local. En lo que va corrido del año, el peso argentino ha caído cerca de 4% frente al dólar. El argentino sigue apostando al dólar, principalmente por la fuerte desconfianza que existe fruto de la caída de la economía en 2001 -tras entrar en default-, el “corralito financiero” y la pesificación de depósitos que le siguieron.

Para Nicolás Bridger, de la asesora financiera Prefinex, la principal explicación de por qué el dólar sigue subiendo de valor en Argentina tiene que ver con la fuga de capitales. “Mientras que en los otros países emergentes ha habido un fuerte ingreso de capitales, en Argentina salen más dólares de los que entran”. El diario Ámbito Financiero estimó que en los primeros seis meses de 2011 se enviaron fuera del país unos US$10.000 millones (mientras que en todo el 2010 la fuga fue de US$11.500). Cuando analizamos allá por Junio la controversia entre Argentina y Brasil por las Licencias No Automáticas, habíamos dicho que para este año se esperaba una fuga de capitales de alrededor de US$13.000 millones, cifra que parece se va a superar. Habrá que ver si el dólar a esta cotización no tiene intencionalidades políticas, y luego de las elecciones de Octubre  trepa más allá de los $4,5.

Alrededor del mundo las personas y Estados –diversificando sus reservas- se han comenzado a resguardar en el oro. Esto se explica en que el oro es el valor de refugio por excelencia. Mientras otros diversificadores tradicionales fluctúan en épocas de crisis, el oro ha demostrado siempre mejoras tanto en tiempos de inestabilidad como de estabilidad. A su vez la fuerte expansión de la base monetaria, dispuesta recientemente por los principales bancos centrales, conllevaría a una depreciación de las principales monedas fuertes por efecto inflacionario, generando así un nuevo impulso para el oro como refugio de valor. Las palabras de los expertos indican que todo el mineral de oro extraído en la historia asciende a unas 153.000 toneladas y  que las reservas de oro restantes no superan las 50.000 o 60.000 toneladas, es decir,  que con  una producción minera anual de 2.900 toneladas, en un plazo de 12 o 15 años se estarían agotando las reservas conocidas. Son señales de que probablemente los valores de este commoditie podría seguir en ascenso. Usted puede comprar en el banco barras o lingotes de 10 gr., 20 gr., Oz (31,1035 gr.), 50 gr., 100 g., 250 gr. Hoy la onza se cotiza a US$ 1791 o $7432, y como decíamos antes promete seguir subiendo. Uno ciertas veces parece pensar que invertir en oro es para aquellas personas que poseen grandes cantidades de dinero –para tomar un poco de noción comprar un kilo de oro, o sea 32.2 onzas equivale a 206 mil pesos o 63300 dólares-, pero la realidad marca que existen facilidades comprando menores cantidades. Y al igual que lo hacen los Estados, cada uno puede diversificar sus ahorros, apostando al metal.

Por último, se espera que el valor de los commodities se mantengan. Un ejemplo de esto es la soja, que continúa comercializándose a US$480 la tonelada. Pero si el estadounidense medio deja de consumir, asustado por el desplome de sus ahorros en el mercado bursátil, habrá consecuencias. Comprará menos productos y el impacto será directo sobre las exportaciones de América Latina a los EEUU (carne, vinos, cobre, petróleo, entre otros). E, indirectamente, si consume menos de todo, también consumirá menos de China. Y el país asiático reducirá, también, sus compras al Cono Sur por la caída de su economía.

En cuanto al petróleo, primero una aclaración, comúnmente hablamos del precio del barril de petróleo. El precio de este barril, que posee 159 litros, puede basarse en el WTI (West Texas Intermediate) que calcula el precio del crudo en EEUU, y el Brent, que calcula el precio del crudo proveniente de Europa, África y Medio Oriente. El primero está cotizando a US$ 88.22, mientras que el segundo lo está  haciendo a US$109.47. Se espera que por las previsiones que se están realizando en marco de la producción mundial, tienda a bajar por su menor demanda.

En conclusión, comprender algunas de estas variables nos permiten observar que la crisis económica persiste, que continúa siendo el principal tema en marco de la agenda internacional, y que nuestro país no está exento de sus consecuencias.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Crisis política de EEUU


           Para el día de hoy vamos a analizar un tema que ya parece reiterativo, pero que no hace más que confirmar lo que venimos diciendo desde la primera columna. Y es que desde el año 2008 aproximadamente, se ha instalado en la agenda internacional un tema central por su gravedad, persistencia e importancia, y este es la crisis económica a nivel mundial.

            Como es un tema complejo, el cual presenta variables que trascienden lo meramente económico, he decidido desdoblar la columna para seguir una lógica deductiva. Primero nos enfocaremos en la crisis política de los EEUU, producto de la crisis económica, ya que parece ser este el acontecimiento desencadenante. Porque como dice Antonio Caño, del diario El País, “EEUU no está en crisis económica. Si bien tiene problemas económicos evidentes: alto desempleo, lento crecimiento y déficit elevado. No son esas las razones de esta crisis. Las razones son políticas.” Luego, sí haremos un análisis macroeconómico para la próxima semana, donde observaremos las consecuencias de la crisis económica a nivel mundial y en la Argentina, y cómo ha reaccionado nuestro país. ¿Qué es lo que veremos? El precio del petróleo, de los commodities, del oro, qué sucedió con las bolsas a nivel mundial, qué se puede esperar con respecto al valor de dólar en nuestro país –subirá o bajará-, qué sucederán con las reservas del BCRA entre otras temas.

            Hace exactamente un mes comentaba que Barack Obama se había reunido con los líderes del Congreso pertenecientes tanto al Partido Republicano como Demócrata, para negociar cómo se encararía la solución sobre el déficit presupuestario y la deuda estadounidense. La medida central de los demócratas era un impuesto a los que más tienen, mientras que los republicanos preferían realizar recortes al gasto público.

            A su vez decíamos que las  empresas calificadoras de riesgo anunciaban que le podría bajar la nota a Estados Unidos, como por ejemplo Standard & Poor's (S&P) quien advertía que consideraba “bajar la nota de Estados Unidos en tres meses”, fruto de la parálisis de las negociaciones para evitar una eventual moratoria. Por lo pronto, esta situación ya ha tenido un desenlace la semana pasada, donde ambos partidos llegaron a un acuerdo a último momento.

            El portal Observador Global manifestó que, según un alto funcionario que pidió no ser identificado, el acuerdo permite aumentar en 2,1 mil millones de dólares el techo de la deuda del país -suficiente para llegar a 2013- y realizar recortes de gastos por 2,5 mil millones en dos etapas. Los recortes serán tanto en el sector militar y otros programas, con al menos 350 mil millones de dólares en recortes en el presupuesto de defensa sobre los próximos 10 años. Seguridad Social y el Medicare, los programas de salud impulsados por Obama, no serán tocados por los recortes automáticos.

            La realidad marca que Estados Unidos afronta una deuda global de 14,3 mil millones de dólares, una cifra equivalente al 99 por ciento de su producto interno bruto. Con la ampliación del límite de endeudamiento reclamado por Obama, la deuda se estiró al 102 por ciento del producto en 2012.

Pero, ¿cuál es la principal crítica que se le puede hacer a la Administración Obama en lo que se refiere a un acuerdo tan al filo de la fecha pautada? En primer lugar, que no expuso la problemática antes, probablemente porque otros temas del sistema internacional estaban absorbiendo su tiempo –la retirada de Afganistán, movilizaciones democráticas en el Norte de África-, pero no por eso debe desatender problemas de política doméstica.

            En segundo lugar, que no tuvo un liderazgo fuerte para sobrellevar la crisis, y encima para alcanzar un acuerdo debió acceder a las peticiones del partido conservador en detrimento de su propio partido. Se ha mostrado como un presidente blando y excesivamente conciliador. Sin embargo, creo que no hay que deslindar de responsabilidades al Partido Republicano –y aquí el por qué de la crisis política-, quien ha transmitido una imagen de radicalismo e irresponsabilidad, que genera dudas sobre su capacidad para gobernar y puede alejarle de los votantes independientes. La posición extrema del republicanismo se debe a la influencia del Tea Party, un sector ortodoxo del conservadurismo el cual está en contra de la suba de impuestos y del aborto, planteando que EEUU debe elevar sus barreras para detener la inmigración y debe abandonar organizaciones internacionales como la ONU o la OTAN. Lo que se prevé es que los republicanos tendrán incentivos para hacer concesiones en las próximas negociaciones. Pero el Partido Republicano acaba de demostrar que está dispuesto a dejar que se produzca un colapso financiero a menos que su ala más dura obtenga todo lo que quiere. ¿Por qué esperar entonces que sean más razonables la próxima vez?

            La opinión pública quería un acuerdo, así lo decían explícitamente las encuestas. Si ese acuerdo es mérito de la flexibilidad de Obama o de la firmeza de los republicanos se demostrara en el curso del próximo año a través de las elecciones.

            Muchos economistas, entre los que se incluye el Premio Nobel de Economía en 2008, Paul Krugman, sostienen que la amenaza de una recesión es muy real y que las autoridades estadounidenses deben acelerar la inversión y crear empleo, en lugar de recortar el gasto, ya que quien está pagando las consecuencias no son los mercados sino las personas. En definitiva, y siguiendo al periodista del diario La Nación Moisés Naím, “¿Afronta Estados Unidos enormes problemas? Sí. ¿Está debilitado? Sí. ¿Más que otros países? No. ¿Seguirá siendo en el futuro previsible el país más poderoso del mundo? Sí.”

lunes, 8 de agosto de 2011

Elecciones en Córdoba


            Tomando como punto de referencia algunos datos provistos por la editorial de Rosendo Fraga en el Diario La Nación, creo que se puede hacer una reflexión de las elecciones de ayer en la provincia de Córdoba.

            En primer lugar, hubo una clara diferencia entre las elecciones del 2007 y las del 2011. El día de ayer José Manuel De la Sota sacó una diferencia de 13 puntos con respecto a Luis Juez –hace cuatro años había sido de 1.17 %, lo cual representaba 17700 votos aproximadamente- , y a su vez Unión por Córdoba cosechó 5 puntos más. Estos dos datos abren tres variantes: por un lado, se pueden explicar por el apoyo por parte de la población al modelo de Schiaretti –que ya marcaba una continuidad con De la Sota-; por el otro, por lo que representa la figura del mismo candidato; y por último, por el desgaste que ha ido sufriendo la figura de Luis Juez. Como todo acontecimiento, no existe solo una causa que lo explique, por lo que un poco de las tres revela los resultados de ayer. Un párrafo aparte a la UCR, que con su 22.94% de los votos con el 97% de las mesas escrutadas, parece que se ha consolidado como tercera fuerza. Extraña aquellos tiempos en los cuales Córdoba era un bastión radical…

            En segundo lugar, el hecho de que los candidatos se hayan querido despegar del gobierno nacional manifiesta un fenómeno que ya se observa desde un tiempo. El segundo distrito electoral del país es el más antikirchnerista, prueba de esto es que en 2007 fue la única provincia que ganó Roberto Lavagna y en 2009, registró el menor porcentaje del kirchnerismo en todo el país (10%). Siguiendo en este caso a Fraga, “(…) eligió como candidata a la vicegobernación a la intendente de Laboulaye, que en 2008 asumió una posición muy activa contra la resolución 125. Rechazó la candidata que le pretendió imponer la Casa Rosada y ello precipitó la ruptura”. De la Sota recibió el apoyo de Scioli, Reutemann, Gioja, Urtubey y Duhalde, y la diferencia entre peronismo y kirchnerismo se continúa marcando en estos días.

            De la Sota decía que era “El cambio que se viene”, lo cual marca una clara contradicción. Porque esto quiere decir que se quiere diferenciar de Schiaretti, quien marcó la continuidad de su anterior gestión. Pero la gente sigue votando en base a términos localistas. Por ejemplo en Río Cuarto, ciudad en la cual reside, obtuvo un 55% de los votos, 13 puntos más que el promedio de la provincia. Se intuye que el año próximo impulsará a su actual pareja, Adriana Nazario, para la intendencia, lo cual daría a la ciudad mayor preponderancia en Córdoba. Esto no permite transpolar el voto provincial a nivel nacional, por caso aquellas personas que quieren votar a De la Sota y a Binner, o a Luis Juez y a Duhalde.

            Por último, una breve reflexión de lo que se puede esperar para las elecciones nacionales. Córdoba, junto con Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, han sido tres distritos grandes que no le han resultado favorables al gobierno nacional. Si bien puede argumentar que “(…) de las diez elecciones provinciales realizadas hasta ahora, en nueve de ellas, han ganado los oficialismos ya sea que estén alienados o no con la Casa Rosada. Solo en Catamarca -que fue la primera elección anticipada- fue derrotado el gobernador que iba por la reelección”, a lo que tienen que estar atentos es a los números. Tomando a Santa Fe, en el 2007 el Frente por la Victoria que impulsaba a Rafael Bielsa sacó 38.78% -688 mil votos-. En las últimas salió tercero con un 22.22 % -388 mil votos-, por lo tanto 300 mil votos menos. Pero tiene dos factores a favor: la provincia de Buenos Aires, donde está el 40% de los votos que se emiten en todo el país tiende a serle favorable, y los votos que está perdiendo se distribuirán entre toda la oposición.