jueves, 18 de abril de 2013

La Crisis en la Península Coreana


Estimados, los invito a leer la nota que me publicaron el Domingo 14 de Abril en el suplemento del diario Puntal "Economía, Gobierno y Sociedad" de la Fundación EGE. Lo pueden hacer accediendo al link o leyendo la nota de abajo: http://www.fundacionege.org/semanario.html.

El sistema internacional tiene una particularidad que lo define y es que es anárquico. Parafraseando al analista Andrew Moravcsik, el supuesto de la anarquía significa que los actores políticos operan  sin un gobierno mundial o cualquier otra autoridad con el monopolio del uso legítimo de la fuerza, por lo que se comprometen a través de la autoayuda. Esta característica se ha podido observar luego de las advertencias esgrimidas por Corea del Norte a los EEUU y Corea del Sur. Automáticamente las demás potencias mundiales y regionales han manifestado su apoyo a estos dos últimos, condenando las amenazas y pruebas nucleares impulsadas por el gobierno de Kim Jung Un, en un claro ejemplo de autoayuda cuando la situación se torna comprometida. Pero cabe plantearse una serie de temáticas ante esta hipótesis de conflicto que se ha producido desde Febrero, las cuales trataremos de dilucidar  en este artículo.

  Kim Jung Un,  Líder Supremo de Corea del Norte 
                                                                                                                
¿Cómo fue la escalada del conficto?

¿Por qué existe la controversia entre Corea del Norte y los EEUU-Corea del Sur? Esto se debe a que luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, la península coreana quedó dividida en dos partes: la del Norte administrada por la URSS y la del Sur administrada por los EEUU. Ambas regiones deseaban toda la península para sí, pero la ONU impulsó en 1948 una elección para elegir autoridades en ambas partes –divididas por el paralelo 38-, quedando constituidos dos Estados. Los habitantes del Norte no se presentaron a dicha elección y así se configuró la Guerra de Corea entre 1950 y 1953, siendo este el primer conflicto entre Estados satélites en marco de la Guerra Fría apoyados por las dos superpotencias. La consecuencia fue la firma del armisticio entre las dos Coreas, teniendo como división justamente el paralelo 38, lo cual no debe confundirse con un tratado de paz. Es, de alguna manera, un acuerdo de no agresión. A partir de allí Corea del Norte fue gobernada por Kim Il Sung hasta 1994 y recibió el apoyo de la URSS hasta su desmoronamiento y, hasta el día de hoy, de China. Al contrario, Corea del Sur se alineó a los EEUU y Occidente. También comenzó a gestarse una cuestión de percepción de uno y otro, donde cada acción que realizan toma dimensiones mayores, no pudiendo abandonar nunca la hipótesis de conflicto.


Por lo tanto, el lanzamiento por parte de Corea del Norte del satélite Kwangmyongsong-32 a mediados de Diciembre del 2012 con el propósito de observar la Tierra con fines meteorológicos fue interpretado por Occidente como una prueba encubierta de misiles balísticos. A esto sobrevino la Resolución 2087 del Consejo de Seguridad de la ONU, impulsada por EEUU, la cual establecía sanciones contra el régimen de Pyongyang. La respuesta no se hizo esperar y los norcoreanos realizaron en Febrero de este año una prueba nuclear, la cual tuvo como reprimenda la Resolución 2094 –la cual establecía nuevas sanciones de orden comercial y financiero- y el reforzamiento de maniobras militares conjuntas entre EEUU y Corea del Sur.  Entonces el gobierno de Kim Jung Un anuló tanto  las líneas de comunicación como el armisticio con su vecino del sur. Nuevamente los EEUU respondió con proyectiles de dos B-2 con capacidad nuclear frente al Mar de Corea, lo cual fue considerado por Pyongyang como el inicio de la guerra y no solo endureció su retórica sino que movilizó armamentos con capacidad nuclear a sus costas orientales las cuales podrían alcanzar bases de los EEUU.

Hay que recordar que estamos en presencia de uno de los Estados más militarizados del mundo, donde se estima que es el cuarto más grande del mundo en personal -más de un millón de soldados en activo y 4,7 en la reserva- y el primero en gasto militar en comparación con el PIB -en torno al 25%-, lo cual aumenta su percepción negativa. Sin embargo, a pesar ser susceptible de tener bombas atómicas, no ha podido afrontar las hambrunas de su población que han sido paliadas en parte por la ONU. Por lo que las sanciones afectan principalmente a los habitantes, quienes no percibirán esta ayuda. Desde una óptica personal, creo que Kim Jung Un –líder de Corea del Norte desde Septiembre del 2010- está aplicando las recetas que utilizó su padre en el pasado, donde a través de una serie de amenazas consiguió ayuda de diversa índole. Por consiguiente, eleva el nivel de retórica y la baja dependiendo de esta variable, lo cual ha hecho en la última semana, donde sus declaraciones se han tornado más conciliadoras al percibir un contexto complejo. No obstante, una amenaza de este tipo no puede ser tomado a la ligera por el sistema internacional, ya que podría cambiar la configuración de poder del mismo, y el antecedente del ataque norcoreano al buque The Chenoan –donde murieron 40 surcoreanos- y la isla de Yeonpyeong señala que se puede pasar a la acción. Pero la inminencia de un ataque nuclear ha generado tal rechazo que, hasta su principal aliado en el sistema internacional como es China, a través de su Presidente Xi Jinping lo ha criticado.


¿Hasta cuándo podrán mantener esta “doble moral” las potencias nucleares?

Este título lo he elegido para darle un cierre al análisis a través de una reflexión, donde invito al lector que se plantee la misma pregunta, ¿hasta cuándo podrán mantener esta “doble moral” las potencias nucleares? ¿Hasta cuándo será “lógico” que los Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad posean armas nucleares y exijan a los demás que inicien un proceso de desarme o que no desarrollen esta forma de energía, cuando ellos la poseen y no se ven esfuerzos reales para que la situación cambie? Posiblemente cuando esta “doble moral”  finalice, se pueda propender a un sistema internacional donde se privilegie el mantenimiento de la paz y seguridad.


Fuente: New York Times
Foto satelital nocturna de la península coreana, la cual suele ser utilizada por algunos economistas y analistas occidentales para hacer referencia a los notablemente distintos niveles de desarrollo socio-económicos alcanzados por los dos Estados ideológicamente contrapuestos.



lunes, 15 de abril de 2013

Elecciones en Venezuela 2013: el día después

Ayer a la noche me quedé esperando los resultados de la elección presidencial venezolana y los números que dio la CNE, por lo menos, me sorprendieron. No por el triunfo de Nicolás Maduro con 7.505.338 50 de votos –lo cual representa el 50,66%- del GPP por sobre Henrique Capriles 7.270.403 de votos –lo cual representa el 49.07%- del MUD, sino por la poca diferencia. En un análisis que hice para el suplemento del diario Puntal "Economía, Gobierno y Sociedad" de la Fundación EGE el 24 de Marzo, vaticinaba este desenlace, pero en aquél momento se manejaba una diferencia que rondaba el 14,4% a favor del candidato chavista. A la vista del resultado se pueden sacar ya algunas conclusiones rápidas:

-          La campaña de Capriles fue más efectiva que la de Maduro, quien contaba con el aval de ser el candidato designado por Hugo Chávez. Los desatinos que tuvo en los últimos días lo convirtieron en el centro de burla e hizo que perdiera credibilidad y votos.

-          Tampoco es extraño el pedido de recuentos de votos que ha hecho Capriles, ya que la diferencia ha sido mínima. Más allá de eso, creo que va a determinar que la diferencia ha existido y tarde o temprano, va a tener que aceptar la derrota.

-          Este resultado es una fotografía del mapa electoral venezolano del 14 de Abril del 2013. A partir de allí Nicolás Maduro tendrá que construir su poder. El “núcleo duro”  de votantes del GPP ha disminuido, y si bien sabe que cuenta con un 50% de apoyo y con 97 de 165 miembros en la Asamblea General , hay chavistas que no creen que Maduro sea el candidato –hoy Presidente- ideal. Del otro lado hay un 49% que se ha encolumnado detrás de otro actor, que tendrá la misma premisa.