Estimados,
los invito a leer la nota que me publicaron el Domingo 24 de Marzo en el
suplemento del diario Puntal "Economía, Gobierno y Sociedad" de la
Fundación EGE. Lo pueden hacer accediendo al link o leyendo la nota de abajo: http://www.fundacionege.org/semanario.html.
El
5 de Marzo se conoció una noticia que impactó al mundo en general –desde Israel
y los EEUU al mundo musulmán, de Cuba a la prensa rusa, china e iraní- y
sobretodo a Latinoamérica: el fallecimiento, a los 58 años de edad, de Hugo
Rafael Chávez Frías. A casi veinte días del suceso, poco más se puede agregar
de quien era el electo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
hasta su muerte, ya que los medios antes y durante el funeral que duró cerca de
diez días han hecho una cobertura completa. Pero bien vale hacer una breve
reseña para comprender su figura y esbozar las características de las próximas
elecciones planteando como eje su sucesión.
¿Quién
era Hugo Chávez?
La defunción de Hugo Chávez abrió la puerta para
que sus seguidores manifestaran su gratitud y los detractores esgrimieran sus críticas sobre su persona. Indudablemente
fue una figura fuera de lo común, de ésas que aparecen cada tanto y marcan una
época. Dividió a su país en dos tendencias e impactó en el sistema
internacional adoptando una posición activa, basada en sus elocuentes críticas
a los EEUU y el desarrollo de la Revolución Bolivariana al “Socialismo del
Siglo XXI”.
Sus
principales objetivos fueron la lucha en contra de la pobreza, las
desigualdades y la exclusión social, logrando que fueran temas centrales en la
agenda doméstica como en la latinoamericana. A su vez, con su irrupción, estimuló a
la política venezolana -la cual se
encontraba en un estado de letargo e indiferencia desde hacía décadas-,
politizando el ambiente a través del fomento de los movimientos sociales. En la
actualidad, muchos habitantes del país sudamericano forman parte de estas
agrupaciones –personas de los barrios, estudiantes universitarios, miembros de
las clases medias-, mediante las cuales configuran una serie de demandas y
exigen al gobierno su cumplimiento. Recordemos que ya había intentado dar un
viraje político a su país, en el fallido golpe de Estado del año 1992, teniendo
como consecuencia directa su encarcelamiento durante dos años. Sin embargo, esto no lo frenó y en
el año 1999 logró su cometido de ser el Presidente de Venezuela hasta su
deceso.
Las
principales críticas que ha realizado la oposición a su gobierno son que, a
pesar de sus resultados sociales, no ha dejado una democracia más fuerte ni una
economía próspera. Y esto ha sido a pesar de que gozó del importante aumento
del precio del petróleo. Pero, la reducción de la pobreza ha sido menor en
comparación a países que han seguido otra línea ideológica como Chile o Perú.
Bien vale mencionar que la economía venezolana entre 1998 y 2012 se expandió
casi un 50%, pero fue el país con menor crecimiento de la región, superada de
cerca por Argentina, pero ambas por debajo de Colombia, Brasil Chile y Perú
(Fuente: CEPAL, año 2007). De acuerdo al economista venezolano Moisés Naím:
“Venezuela posee uno de los mayores déficits fiscales del mundo, la mayor tasa
de inflación, el peor ajuste del tipo de cambio, el incremento más rápido de la
deuda y una de las mayores caídas de la capacidad productiva, incluso en el
crítico sector del petróleo”. A su vez el país ha perdido competitividad internacional y atractivo para
las inversiones extranjeras, a lo cual se le debe sumar que ha subido a los
primeros puestos entre los países más corruptos e inseguros del mundo. En definitiva,
mientras sus seguidores definían al gobierno como democrático, participativo e
inclusivo sus detractores criticaban su fuerte personalismo y demagogia en lo
que denominaban un gobierno de corte populista.
Las
elecciones que se avecinan
Tras
el fallecimiento de Chávez, y de acuerdo a lo que establece la Constitución, se
realizarán elecciones a los 30 días siguientes de dicho acontecimiento. Por lo
que el domingo 14 de Abril se celebrarán nuevas elecciones en el país caribeño.
El Consejo Nacional Electoral convocó al proceso de inscripción y, como se
preveía, la elección se ha polarizado entre dos candidatos: Nicolás Maduro en
representación del Gran Polo Patriótico y Henrique Capriles Radonski por la
Mesa de la Unidad Democrática.
Aquí
debemos señalar tres particularidades a tener en cuenta para estos 21 días que
quedan de campaña. En primer lugar, la elección de Nicolás Maduro como sucesor
de Chávez a priori parece lógica, ya que era el Vicepresidente –actual
Presidente - y ha tenido una trayectoria cercana al ex mandatario, siendo
destacable su labor como Canciller. De hecho, el 8 de Diciembre del año pasado,
a una semana de las elecciones regionales, el mismo Hugo Chávez señaló que:
“(…) si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, yo...
Nicolás Maduro, no solo en esa situación debe concluir, como manda la
Constitución, el período sino que mi opinión firme, plena como la Luna llena,
irrevocable, absoluta, total, es que, en ese escenario que obligaría a
convocar, como manda la Constitución, de nuevo a elecciones presidenciales
ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República”. En segundo
lugar, que sea Capriles el otro contendiente es un dato relevante, ya que
recordemos que en las elecciones de Octubre del año pasado cosechó 6.591.304 de
votos -lo cual representa el 44,31%- y está planteando una campaña más agresiva
que la anterior. Lo que abre la llave al tercer punto a tener en cuenta, y es
que en estos momento Maduro, de acuerdo al sondeo de Datanálisis, tiene una
ventaja de 14,4% por sobre Capriles.
Si
se permite un pronóstico, la ventaja que tiene el actual Presidente es
importante y permite presagiar un triunfo del GPP. Pero esto a su vez genera
preguntas, como si el estilo de liderazgo se mantendrá, si se producirá un
período de transición, si la desinformación en torno a la enfermedad de Chávez
se debió a fracturas en torno al movimiento, si la ayuda económica a ciertos
países latinoamericanos continuará, si el “socialismo del siglo XXI” perderá
impulso sin su principal figura. Son todas preguntas que el tiempo, al igual
que el lugar que ocupará Hugo Chávez en la historia, se encargará de responder.