Estimados los invito a leer la nota que me publicaron en el suplemento del diario Puntal "Economía,Gobierno y Sociedad", el día Domingo 3 de Junio. Lo pueden hacer accediendo al link -http://www.fundacionege.org/inicio.html-
o leyendo la nota debajo.
En el artículo titulado “Desconfianza
en torno a los mercados: la crisis griega y del euro” (04-12-2011) concluía que
“(…) el actual contexto de desconcierto –desconfianza-
en Europa trae aparejado más preguntas que respuestas, las cuales
comenzarán a dilucidarse en los próximos meses cuando hablen las urnas”.
Justamente las elecciones en Grecia del pasado 6 de Mayo confirman dos
cuestiones. Por un lado, que los griegos son críticos a las decisiones del
gobierno y lo han expresado a través del voto. Por el otro, que el individuo como
tal se está consolidando como un actor en marco del sistema internacional, ya
que tiene la capacidad de influir en el mismo.
Los acontecimientos
Las elecciones en Grecia
debían celebrarse a finales del 2013, pero en virtud del acuerdo que alcanzaron
los principales partidos -PASOK, ND y LAOS- en Noviembre del año pasado, se
adelantaron al 6 de Mayo de éste año. Vale recordar que en aquél momento se
constituyó un gobierno de coalición que apoyó la designación de Lukás Papadimos
como nuevo Primer Ministro.

En consecuencia, los
habitantes griegos se acercaron a las urnas para renovar los 300 miembros del
Parlamento. Las urnas arrojaron que Antonis Samaras, líder de Nueva Democracia
(ND) triunfara con el 18,85% de los votos y 108 escaños –al partido que obtiene
la mayoría se le otorgan 50 escaños más
respecto a los otros partidos-. Segundo se ubicó Alexis Tsipras, líder
de SYRIZA –representante de la izquierda radical griega, lo cual ha sido el
dato más relevante de la elección-, con el 16,78% de los votos y 52 escaños; y
tercero Evangelos Venizelos, líder del PASOK con el 13,2% y 41 escaños. El
Presidente Papoúlias encargó a cada uno que formaran un nuevo gobierno de
coalición pero ni Samaras primero, Tsipras luego y Venizelos por último lo
lograron. De esta forma Papoúlias se vio obligado a ejercer una prerrogativa de
la Constitución,
la cual establece que en caso de no poder conformar un gobierno se nombre como
Primer Ministro interino a uno de los tres presidentes de los más altos
tribunales -Consejo de Estado, Corte de Casación y Tribunal de Cuentas-. Así se
nombró al jurista Panagiotis Pikrammenos -presidente del Consejo de Estado-
como Primer Ministro interino, cargo que juró y asumió el miércoles 16 de Mayo
en el palacio presidencial de Atenas. Las nuevas elecciones se celebrarán el 17
de Junio y parte como favorito Antonis Samaras con un 23,4%, pero seguido de
cerca por la izquierda radical del Syriza, con 22,1%, según un nuevo sondeo publicado.

Samaras, Tsipras y Venizelos
Tsipras, el euro y las urnas
Ahora queda por delante
interpretar éstos acontecimientos. En primer lugar me remito a lo que estipulaba
antes: los individuos se van consolidando como un actor internacional y se han
expresado ante las medidas que se venían adoptando en el país helénico. Esto se
observa en qué, en el día de hoy, los analistas concuerdan que éste resultado
fue una crítica al plan de austeridad impuesto por Bruselas y el FMI, y
aceptado por la “troika” de partidos conservadores helenos. La mayoría de los
medios de comunicación dicen que los griegos se han manifestado contra el
modelo de austeridad y crecimiento económico, cuando hay datos de Eurostast que
señalan que el gasto público no se ha retrotraído, sino que se ha estancado o
crecido. Prefiero no ahondar en esta discrepancia –lo cual es material para
otra columna- para no perder el eje del tema. Quien se ha visto beneficiado con
esta lectura es el líder de la izquierda, Alexis Tsipras, ya que parte con una
plataforma crítica a la “troika” y ha declarado que “(…) no aceptará ninguna
negociación sobre el paquete de austeridad que la UE y el Fondo Monetario Internacional impusieron
a Grecia a cambio de los 130.000 millones del rescate financiero”.

En segundo lugar, la mayoría
se debate si Grecia debe o no debe permanecer en el euro junto a los otros 16
Estados que conforman la “Eurozona”. Como había manifestado en Diciembre, la UE no prevé ningún mecanismo de
abandono de la moneda y significaría un golpe a la credibilidad de la moneda europea,
lo cual tendría grandes consecuencias. En consonancia con esto, el ex Primer
Ministro Lucas Papademos puso cifras a éste escenario. En una entrevista con
The Wall Street Journal estima que “(…) el coste del abandono de Grecia
oscilaría entre los 500.000 millones y un billón de euros por su impacto en los
mercados, contagios transfronterizos y daño directo a la economía de la
eurozona y de fuera de ella. La inflación podría dispararse entre el 30% y el
50%”. La prudencia y pragmatismo deben reinar en estos momentos críticos en la
región, donde se debe dar lugar a la cooperación y no al conflicto, ya que la
interdependencia compleja entre los Estados europeos se ha hecho aún más
evidente. Por lo tanto, no estoy de acuerdo con aquellos que exteriorizan que
si Tsipras triunfa en las elecciones del mes próximo Grecia abandonaría el euro
–escenario que hasta el momento no se presenta-. Más si tenemos en cuenta que
el mismo líder de SYRIZA ha dicho ser un “partidario” del euro. Aunque no
podemos negar que antes era impensado siquiera plantear la posibilidad de que un Estado abandonara el
euro, pero se volvió concreta producto de la irresponsabilidad de los líderes
de los países europeos, tanto aquellos que debían controlar como los que gastaron
de más.

En conclusión, que Florencia
Valinotti como yo hayamos analizado el contexto griego en dos semanas
consecutivas, habla claramente de la trascendencia de los éstos comicios -como
el de Francia y los que se avecinan-. En definitiva como dijera hace seis meses
atrás y al comienzo de éste análisis: El actual contexto de desconcierto –desconfianza- trae aparejado más preguntas que respuestas,
las cuales comenzarán a dilucidarse en los próximos meses cuando -nuevamente-
hablen las urnas.