martes, 9 de octubre de 2012

La crisis económica europea: movilizaciones en España y Grecia

Estimados, los invito a leer la nota que me publicaron en el portal GEIC –Grupo de Estudios Internacionales Contemporáneos-. Lo pueden hacer accediendo al link o leyendo la nota de abajo: 
http://www.geic.com.ar/2010/2012/10/06/la-crisis-economica-en-europa-las-movilizaciones-en-espana-y-grecia/.

               El contexto económico actual de Europa (de más está decirlo) es complejo. Las movilizaciones de los últimos días los denominados PIGS –Portugal, Italia, Grecia y España- así lo indican. Y refuerzan la tendencia, que apareció con mayor profundidad a partir de la “Primavera Árabe”, de que el individuo es un nuevo actor en el sistema internacional.

            En Portugal, las manifestaciones se produjeron el sábado 15 de septiembre, donde 700 mil personas en 40 ciudades marcharon contra la intención de aumentar los aportes de la parte obrera a la seguridad social en favor de los empresarios. Dos de los principales sindicatos ya anunciaron que realizarían la tercera huelga general en menos de un año si no se retiran las medidas.

            En Italia, el gobierno de Monti ha tenido que corregir nuevamente las previsiones económicas que se habían realizado a principio de año. Las estimaciones indican que el déficit fiscal será del 2,2% del PBI -mayor al estipulado-, por lo que el ministro de Finanzas aseguró que implementarán un plan de reformas que reducirá la deuda pública en 20 puntos porcentuales del PBI para los próximos cinco años sobre la base del remate de activos públicos acompañado de mayores presiones para aumentar la productividad. Probablemente esta solución parezca familiar, ya que se aplicó en nuestro país en la década de los 90´.

            En el país helénico, la situación se generó a partir del anuncio del recientemente elegido Presidente, Andonis Samarás quien espera alcanzar un mayor nivel de ingreso a través de un ajuste por 11 500 millones de euros, la suba de los impuestos y la edad jubilatoria a 67 años, suprimir uno de los dos días de descanso obligatorio regresando a la semana laboral de seis días y abolir el salario mínimo. Esta es la primera huelga que debió afrontar Samarás, que al asumir tenía como premisa relajar las condiciones de la troika -Comisión Europea, FMI y BCE-, disminuir el índice de desocupación de los jóvenes que ronda el 55% y sanear las cuentas públicas.
            Estos objetivos no se han logrado y la situación es apremiante, a punto tal que el nuevo ajuste debe aprobarse para desbloquear el pago de los 40 700 millones que el país necesita si no quiere caer en bancarrota. Previamente, Samarás tendrá que eludir dos obstáculos: en primer lugar, a sus compañeros de coalición -los socialistas del Pasok y el partido de izquierda moderada Dimar- y luego a la troika que esperaba recortes alrededor de los 15 000 millones.
            Asimismo, en España las protestas tomaron un cariz más violento. Al reclamo de Cataluña, quién aboga por mayor autonomía, se le debe sumar la movilización en Madrid denominada “25-S Rodea el Congreso”. Hubieron 64 heridos y 35 detenidos luego del accionar de las fuerzas de seguridad, lo cual generó críticas por  parte de la izquierda y fue defendida por el gobierno nacional. La movilización se organizó a partir del rumbo que ha tomado el país ibérico hacia la reducción del déficit en un contexto de recesión. Ante el contexto actual, Mariano Rajoy no descarta pedir un rescate global, cuestión que se ha hecho más evidente tras las declaraciones del Presidente español al diario estadounidense Wall Street Journal. Allí ha manifestado que si el coste de financiación en los mercados se mantuviese ” (…) demasiado alto durante demasiado tiempo puedo asegurarle al 100% que pediría ese rescate”.
            El análisis parte de una materia fundamental: el modelo alemán de austeridad, para salir de la crisis económica, no va a ser aceptado sin más por los ciudadanos europeos. Estos, a su vez, esperaban que con la llegada de Francois Hollande al Palacio del Elíseo, Francia comenzaría a cumplir su función de contrapeso abandonando la figura de acompañante de las políticas esbozadas en Berlín. Pero a poco más de cien días de gobierno socialista, Hollande ha tenido que aceptar que no será sencillo impulsar aquellas modificaciones que había prometido. Y esto se pudo observar de manera clara en la reunión que tuvieron Merkel y el Presidente francés, donde este último definió la relación entre Francia y Alemania como “(…) la de un “viejo matrimonio” por lo que es normal que a veces haya diferencias”, pero aceptando las prerrogativas alemanas.
            La discusión austeridad versus crecimiento parece ser central. Aquellos que reivindican la austeridad, demandan reducir la brecha entre ingresos y gastos del gobierno y el endeudamiento del sector público. De ésta manera se ganará en credibilidad y estabilidad. Los que abogan por mayor crecimiento y gasto público, como Josepg Stiglitz, ganador del Premio Nobel  de Economía en 2001, reclaman “(…) una expansión del gasto para reactivar la economía global y la necesidad de reestructurar las deudas de las economías europeas”, ya que los recortes tienen grandes costos sociales. Propugnan la idea de estimular las economías y crear puestos de trabajo para millones de desempleados.

            Probablemente la solución se encuentre en una posición intermedia, donde se abogue por ganar en estabilidad con crecimiento, donde prime el sentido común por sobre los intereses particulares. Pareciera reciente la visita a Córdoba en el año 2008 del ex Presidente de Brasil, Henrique Cardoso, cuando advertía que la crisis económica iba a ser prolongada. Y que más allá de que en los medios de comunicación a veces ganan espacio otras problemáticas y mencionan que se ha logrado salir y alcanzar un acuerdo, la crisis persiste y va a ser complicado alcanzar una solución permanente. De esto hace ya cuatro años, y parece que Cardoso no estaba tan errado.