martes, 25 de septiembre de 2012

Las elecciones venezolanas: ¿logrará Chávez persistir 20 años en el gobierno?


Estimados, los invito a leer la nota que me publicaron el Domingo 23 de Septiembre en el suplemento del diario Puntal "Economía, Gobierno y Sociedad". Lo pueden hacer accediendo al link o leyendo la nota de abajo:

           A principio de éste año, cuando analizábamos la agenda internacional del 2012, señalábamos que iba a ser un año intenso en lo que se refiere a las elecciones. En diferentes Estados se han definido nuevas autoridades, como ha sido el caso de México y Francia, y en otros Estados resta determinarlo. Entre estos últimos se encuentran Venezuela y los EEUU. El 7 de Octubre próximo se celebrarán las elecciones presidenciales en la República Bolivariana –como la ha rebautizado Hugo Chávez-, las cuales presentan un contexto complejo por una serie de particularidades que vale tener en cuenta, para definir un contexto en el futuro.



Definiendo el panorama electoral

            En cuanto a las particularidades que podemos mencionar, se encuentran algunas originadas en la misma conformación de las elecciones y otras que se han ido manifestando en la fase de disputa del poder entre los candidatos.

              En cuanto a las primeras, podemos indicar dos acontecimientos que han definido el escenario actual: la reforma constitucional que Chávez propuso en 2007 y las elecciones primarias de la Mesa de la Unidad que se realizaron en febrero de 2012, y determinaron al candidato presidencial de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). La reforma que impulsaba permitiría la re elección presidencial indefinida, pero el electorado la rechazó. El remedio fue una enmienda en el 2008, mediante la cual pudo autoproclamarse candidato presidencial para las elecciones de éste año representando al Gran Polo Patriótico (GPP) y, ante un eventual triunfo, mantenerse como Presidente hasta el año 2019 –totalizando 20 años al frente de su país-. Ante este cuadro, la oposición se reunió en torno a la MUD y organizó las elecciones primarias que impulsarían a un solo candidato. Así, el voto opositor no se dispersaría y le aseguraría un cómodo triunfo a Chávez.

            En la contienda, que fueron las primeras primarias presidenciales abiertas en la historia de Venezuela –de la cual participaron de 3.040.449 de personas quienes representan el 17% del electorado según el Consejo Nacional Electoral, lo cual la ha consagrado como la más grande de su tipo y en asistencia en la historia mundial-, resultó elegido Henrique Capriles Radonski con 1.900.528 de votos (64,2%), siendo segundo Pablo Pérez, 896.070 (30,3%). En caso de un hipotético triunfo de ésta alianza, existen ejemplos que no han sabido o podido construir el poder y han terminado de manera negativa sus gestiones –por ejemplo, en nuestro país, con la presidencia de Fernando De la Rúa y ya más acá en el tiempo el caso de Fernando Lugo en Paraguay-. De todos modos, la elección se ha polarizado entre ambos candidatos más allá de la presencia de otros cuatro.


            Cada adversario ha planteado su estrategia desde aquellas herramientas que mejor domina. Chávez ha utilizado los medios de comunicación para realizar discursos, donde define en términos descalificativos a Capriles y lo instala como la “restauración del orden anterior”, defiende los logros de su gestión en lo que se refiere a la inclusión social y recuerda cómo ha superado una grave enfermedad, que a su vez abre el debate del nivel de cohesión dentro de su partido para definir a un sucesor. Por otra parte, Capriles ha adoptado un perfil más moderado desde los discursivo –ya que sabe que es el territorio del actual Presidente, aunque insiste en un debate que no le van a conceder- y se ha dedicado a criticar los índices de inseguridad e inflación en Venezuela -el 80% de la población venezolana, sin distinción de militancia política, considera que la inseguridad es uno de los mayores problemas que enfrenta el país y la inflación, que se ha ubicado en torno al 27,6%, es la más alta de todo el continente desde hace cinco años-. El desarrollo de la disputa entre ambos candidatos se podría denominarse pacífica, más allá del intercambio discursivo que existe entre uno y otro, un episodio concreto donde se enfrentaron facciones de las dos partes y el rumor de un posible fraude electoral que el mismo Capriles ha definido como “improbable”.



El papel de los sondeos y qué pasará con nuestro país

            Los sondeos han dado que hablar, ya que como viene sucediendo últimamente en las diferentes elecciones, las mediciones de uno u otro instituto son dispares. Por ejemplo, mientras la consultora “Consultores 21” señala un empate técnico en el último sondeo del 14 de Septiembre - Chávez 46.2% y Capriles 48.1%-, el Instituto Venezolano de Análisis de Datos muestra una ventaja abrumadora de Chávez por sobre Capriles en un sondeo del 2 del mismo mes -50.8 % a 32.4%. Uno y otro bando consideran válida aquella que lo muestra adelante, como es lógico, pero los analistas concuerdan en que Chávez tendría una ventaja importante por sobre Capriles aunque sería menor a la señalada.


            Por último, ¿podría llegar a cambiar la política exterior de Venezuela si triunfa Capriles? Se considera que si, ya que tiene una visión más Occidental que Chávez. Seguramente cambiaría la relación con los EEUU, la UE y Colombia, la cual se volvería más fluida, mientras que se enfriaría con los países miembros del Alba - Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador-, Rusia y nuestro país. La politóloga Giovanna De Michele ha declarado que:”(…) con un triunfo de Capriles habrá relaciones de reciprocidad y no de privilegios con Argentina. Las nuevas relaciones estarán basadas en el marco de tratados internacionales y conveniencia recíproca y que la presidente Kirchner entenderá que se cambiará la etapa de vínculos ideológicos por vínculos institucionales”. También existirían cambios sustanciales en el Mercosur, organización a la que recientemente ha ingresado Venezuela. Si triunfa Chávez, se radicalizarían las relaciones exteriores que ha mantenido hasta el día de hoy, mientras el contexto se lo permita. En definitiva, como la mayoría de las veces manifiesto, las urnas van a ser las que van a decidir si Chávez alcanza una nueva gestión o Capriles da la sorpresa y se produce un cambio en Venezuela.